martes, 8 de noviembre de 2011

DE VUELTA VUELVO

    Vuelvo; de vueltas y más vueltas devuelto, vuelvo a la esencia,
lo que lento y seguro se marchita 
cuando ocupado estás en esas cosas 
que nunca te llenaron ni  van nunca a llenarte
porque, definitivamente, no te llenan.
   Vuelve el orden al caos, la luz a la tiniebla
y la calidez dorada de la vida que siempre estaba allí
cuando nosotros, a base de pensar y proyectar
ni nos dábamos cuenta de su eterna presencia.
    No sacrifico nada por estar, pensar
 e intentar  entender las preguntas de siempre,
pero entender significa dejar de sentir esa vida que pasa
en aras de una comprensión que sólo nos debiera 
llevar  vuelta al deseo, el sencillo deseo de la VIDA,
esa que, repleta de sí misma a su vez,  nos desea.
    Vuelvo de la cansina melancolía del egocéntrico
que se mira el ombligo cuando desnudo  está
y lo sigue mirando rodeado de todos
a través de abrigo, chaqueta, camisa y camiseta.
    Vuelvo a sentir vivos atardeceres de escarlata y pimienta,
árboles de colores, veranos de calores, melodías del otoño... 
vuelvo a sentir la vida de los otros, sus sueños y su espera.
   Necesitas mucho más tiempo solo para olvidar olvido
porque después, inexorable y prístino, viene siempre 
otro nuevo pero siempre más profundo aterrizaje de conciencia.
   Añadámonos a un sueño, reventemos tinieblas,
atrevámonos todos a reemplazar mentiras por sonrisas,
bombas por amorosos besos, miseria por pureza,
dolor por alegrías, genocidios por mariposas tiernas,
   Ambición de poderosos  en apariencia eternos
por perlas de sublime sudor agradecido.
   Y que esa vida que nace al despertar 
nos devuelva un mañana para todos
valiente, humano, verde, solidario  
y absolutamente despojado de violencias.

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