martes, 1 de noviembre de 2011

SE ME HAN VENIDO MIL AÑOS...

Se me han venido mil años 
de sentimientos de golpe
y las lágrimas me alcanzan.
No sé por qué sin razón lloro
ni por qué se me seca la garganta.
   Todos tenemos problemas,
pero esto no son lágrimas amargas;
se me vienen con la música,
con susurros, con palabras.
    Me parece que el tiempo
te cura heridas, que  sanan
trayendo brillo a tus ojos
que toma forma de lágrimas.
    Tu cara suena en mi pecho
y me llena de esperanza,
tu semblante me estremece 
y tu corazón me embriaga;
de mis ojos sale  alma
por tu alma destilada...
...y me inundan de alegría
estas lágrimas del alma.
    Que nunca me falten, nunca,
las quiero como a tu cara,
que no me falte tu cara, 
nunca, nunca, nunca, nunca.
   Ni me falte tu mirada
ni tu risa cantarina
ni tu  tibio corazón 
ni tu reposante calma.

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