miércoles, 3 de agosto de 2011

LA PRIMAVERA

El campo, el bosque, mi mundo entero destila dulce olor  de madreselva
en primavera, 
en primavera verde, en primavera luz intensa, en Primavera  mar,
en Primavera.
La hiedra envuelve muros y alumbra raíces nuevas, canta a esa Primavera
que quema sin sazón ni razón adonde llega,
que allí donde ella llega llega  de su mano también  la vida entera,
la fiesta de los vivos, rica, preñada y presta.
la savia se rehace, se reinventa a sí misma como el sol que calienta...
...en Primavera. 
Y me mueve por dentro para que yo me mueva por fuera.
La primavera espanta a pelados gritos las profundas penas
y el dolor cicatriza porque nunca dolor puede ser, 
ya que se vuelve tierno y dulce picor en Primavera.
Y yo me digo, digo: venga esa Primavera que nos trae flores frescas
y gorjeos de enamorados pájaros que destilan sin fin...
...sus Primaveras.
Dejadme tranquilo que morir no puedo y nunca podré porque mi vida
no me permite morir en Primavera.
Absolvedme de todo, devolvedme mis sueños,
que, al paso de los años, de vientos, de tinieblas
quedamos verde exhaustos, pero al cabo del año volvemos a vivir de verdad...
...en Primavera
Bailamos abrazados en el andén de un parque
vestidos de sublime Primavera
y la Luna ,  luna  tuna...
se ríe de nosotros con su risa blanquísima de negra ...
....en Primavera; encima de los árboles, en el cielo estrellado,
burlona, enhiesta y fresca.
La luna nos contempla riyendo de la vida, 
la vida que le ofrece lo que vive en la Tierra
que siempre estará verde, que siempre será fiesta
y entonces esa luna se luce con su risa de gata
para cantar al sol la nocturna verbena.
Y a mi el campo y la luna me prestarán sus alas
para decirle al mundo que es ahora,
que es aquí, que tardaba pero llegó otro año
como siempre colgada del caliente,
de ese dulce color que baila siempre
con los rayos del sol la rumba ausente
acompañado de los latidos de millones de corazones vivos 
que se tienden al sol, pupilas alargadas 
de risa fluorescente , de penachos, 
de alegre porvenir en esa frontera
que separa del frío y del calor:
la siempre bienvenida Primavera