sábado, 3 de septiembre de 2011

DONDE ME PIDEN QUE LE PONGA PALABRAS A UN BESO

no tengo palabras para describir un beso
ni dispongo de matices para evocar sus sensaciones
no hay ley  ni principio activo contrario
porque cualquier oposición contra los besos a la larga pierde.
No puedo explicar algo inexplicable
que termina  imbricándonos a base de ternuras.
No puedo interpretar el verso de Quevedo ya muerto
ni quiero robar el oxígeno a una hoguera.
Sólo sé que  ni hacen ruido ni mienten esos besos de veras
como las bombas que sabemos hacen allá a lo lejos.
Ni puedo pretender sentir por la vida de ustedes
lo que, así de llano, sólo ustedes podrían sentir por su propia vida
y, gracias a la Vida, sólo lo  puedo sentir por mí, no por vosotros,
vosotros: los únicos maestros de vuestra propia vida, de vuestro coraje,
de vuestra propia soledad, de vuestra compañía, de vuestro esfuerzo.
Sólo quien lo ha sentido eternamente en alguna ocasión  
podría definir "un beso"
y si podeis hacerlo, si merece la pena sentirlo, atesorarlo,
no merece la pena  describirlo, intentar explicarlo. 
Simplemente os insto a que susciteis a los nacidos
la necesidad de saber, de ensayar lo inensayable,
la sinrazón del amor del corazón, la sinrazón
de enamorarse, de entenderse sin peros ni diálogos
el dejarse caer atrás, hacia el abismo del precipicio infinito
de espaldas, con los ojos vendados, una sonrisa determinada
e ir hacia el vacío con la seguridad abrumadora
de que nunca os la podríais pegar dando ese beso, y, después...
...permitiendo  que el único big bang os explote en el interior....
...muy adentro
y os arroje a esos labios la sensación infinita y preciosa
de ser persona y estar acompañada en un profundo sueño,
soñando en un  inhumano mundo , la misma sensación
de ser quimera  y en una paralela  vida imaginaria...
....estar tremendamente despiertos de lúcida consciencia 
y ser, por ende, realmente conscientes...
... de estar enamorados.

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