sábado, 24 de marzo de 2012

FABULILLA

Le gritó el perro a la luna: te ladro porque te ladro
Le dijo la luna al perro: te alumbro y así te veo
y ladró el perro a la luna: te ladro y te comeré
y dijo la luna al perro: bien sabes tú que no puede ser.
Gritóle, el perro a la luna, desde su rincón, escuálido...
la luna todo alumbraba, para que se viera pálido
y, de lo alto,  sentenció con tranquilidad serena:
"el que ladra y el violento tienen algo muy común
se sienten tan inseguros, tan inermes como tú;
quien sabe que razón tiene, no necesita violencia,
quien sabe que no la tiene, si necesita violencia". 
Y así la humanidad sigue con sembrados de amargura
entre puñados de flores, con una razón segura
la verdad nos salvará y las artes mandarán,
antes que los dictadores abominen del poder.
Quiera Dios que la violencia, del mundo desaparezca
que los que ladran descubran que el amor es la verdad
y el respeto a todo, y todos, sea el futuro amanecer.